El Taller de Inglés se caracteriza por desarrollar una propuesta de aprendizaje dinámica, en la que, a través de juegos, canciones, cuentos, manualidades y debates, las y los chicos ponen en juego toda su creatividad. Con la llegada de la cuarentena, tuvimos que trasladar el taller a un nuevo medio. Poco a poco fuimos aprendiendo cosas nuevas y adaptándonos. ¿Cómo aprovechamos el mundo virtual para enriquecer el Taller de Inglés?
La virtualidad nos dio la oportunidad de trabajar con cuentos en formatos que no hubiésemos podido utilizar en la presencialidad. El grupo de 1º grado, por ejemplo, trabajó con una variedad de picture books: clásicos como The Very Hungry Caterpillar de Eric Carle, Brown Bear, Brown Bear, What Do You See? de Bill Martin y Same, Same But Different de Jenny Sue Kostecki-Shaw.

Otra de las ventajas fue la oportunidad de que las familias pudieran acompañar a las y los chicos en el proceso de aprendizaje, como fue también el caso del grupo de 1ª grado, cuyos papás y mamás se sumaban para cerrar la clase al ritmo de la goodbye song que cantamos al finalizar todas las clases para despedirnos.



También lo hicieron las familias de los grupos de 2º y 3º grado que, siguiendo videos especialmente preparados por la docente, crearon juegos de mesa para practicar lo aprendido y, al mismo tiempo, divertirse en casa. Además, en algunas actividades las y los chicos debían interactuar con algún miembro de la familia utilizando el inglés.

Los más pequeños aprendieron el idioma jugando, cantando y bailando, realizaron manualidades juntos y utilizaron lo que tenían en casa para poner en práctica los contenidos vistos.

La virtualidad hizo posible el desarrollo de la habilidad de speaking de manera personalizada. Los grupos del segundo ciclo realizaron speaking sessions: es decir, grupos de conversación en los que las y los chicos expresaban sus opiniones sobre diferentes tópicos y preguntas presentadas por la docente.

Esta actividad buscó la práctica de la oralidad en la lengua inglesa a través de la espontaneidad. Además, se trabajó con juegos de mesa en formato virtual y con juegos de rol.

Fue fundamental la ayuda de diversas plataformas virtuales como Google Classroom, que utilizamos para asignar y organizar las tareas y para mantener la comunicación de manera constante con las y los chicos y sus familias a través de videos, fotos de sus trabajos y mensajes escritos. Los grupos, además, tuvieron encuentros semanales a través de la plataforma Zoom. Las clases y actividades se acompañaron con diversos recursos multimedia, como el wheel of names y el live worksheets que permitieron traer diversión a los encuentros.



A lo largo del año, los videos fueron un recurso clave: a través de ellos se presentaron las nuevas estructuras gramaticales del idioma y el nuevo vocabulario;  se contaron cuentos y se plantearon actividades relacionadas para transmitir valores, impartiendo conocimientos y conceptos culturales que ayudan a las y los chicos a comprender el mundo que los rodea; y también se transmitieron las indicaciones sobre cómo realizar las tareas propuestas. En algunos niveles, se recurrió al canal de Youtube para presentarlos de manera accesible y organizada.

Pese a no poder tener clases presenciales, en el Taller de Inglés logramos adaptar los contenidos al contexto y garantizar el aprendizaje, manteniendo el objetivo inicial: que las y los estudiantes adquieran fluidez y aprendan jugando, promoviendo el uso de la lengua inglesa.