Siguiendo con el recorrido para conocer a la artista japonesa, en uno de los encuentros virtuales, les mostramos a los niños un video con varias de sus obras. A partir de este video pudieron observar y empezar a familiarizarse con las producciones de la artista, identificando fácilmente en ellas sus colores (puros, llamativos, alegres) y sus rasgos particulares.
Estos espacios, en los que los niños pueden detenerse a observar diferentes expresiones artísticas y empezar a conocer distintos usos del color, materiales, formas y técnicas, nos parecen sumamente importantes. La lectura de una imagen es el proceso de mirar con intención, y la observación reflexiva ayuda a los niños a ampliar sus imágenes interiores, las que les servirán luego para armar su propia imagen.
En este caso, mediante la lectura de imágenes a partir de diferentes obras, descubrimos que la marca registrada de Yayoi Kusama son los círculos de un color o de diferentes colores, y cada uno de los niños pudo iniciarse a expresar lo que le llamó más la atención, lo que le gustó más, o a crear, simplemente, a partir de los elementos y formas que aparecían.
También les mostramos fotos y videos de una obra de la artista titulada “La habitación del borramiento”: una instalación sorprendentemente simple que se llevó a cabo en la Queensland Gallery of Modern Art, en Australia. En el espacio propuesto por la instalación se reconstruyó un entorno doméstico, con diversos muebles y objetos pintados todos de blanco brillante. Durante dos semanas, a los visitantes más pequeños del museo se les entregaron miles de stickers de colores y fueron invitados a colaborar en la transformación del espacio, convirtiendo a la casa en una vibrante explosión de manchas de diversos colores. A partir de toda esta información, le propusimos al grupo de niños que crearan su propia obra inspirada en la artista, utilizando para esto una hoja blanca y marcadores, sobre la que cada niño dibujó círculos de distintos colores y tamaños, logrando crear producciones muy significativas.
Para finalizar, siempre con la colaboración de las familias, realizamos una actividad a través de Zoom, en donde descubrimos que además de pintar y crear instalaciones Yayoi Kusama realizaba también esculturas. Observamos con gran atención algunas de ellas y hallamos que todas se caracterizaban por tener dibujados y pintados círculos de colores. Entonces les pedimos a los niños y niñas que tuvieran un objeto cotidiano (como por ejemplo un vaso o botella de plástico, cds, tubos de cartón, etc.) para que pudieran decorar y pintar al estilo de Yayoi, con círculos de diversos tamaños y colores, y utilizando el material que más les gustara, ya sea témperas, plasticolas de colores, marcadores, crayones u otros.
Al concluir el proyecto, todas las producciones fueron compartidas en el padlet de la Sala, donde las familias y los niños pudieron ver y disfrutar de las creaciones de todos. Nuestro objetivo al realizar estas actividades no es ni fue la de formar artistas, sino la de presentarle el arte a los niños como un modo de entender e interpretar la realidad a partir de miradas que les son propias.
Autoras: Giselle Urueña, Daniela Galle y Marcela Ayub 
